Un dulce caos demente

Es mi visión de la blogosfera de un tiempo a esta parte. Supongo que cuando uno se enfrenta a un trabajo tan magno como una Tesis Doctoral, vive momentos en los que parece encontrarse con muros gigantescos, pero si además ésta versa sobre los Blogs, el muro parece no parar nunca de crecer.

De todas maneras no dejo de encontrar blogs interesantes que aportan en mayor o menor medida luz ante el hecho de que el Mundo Blog ha cambiado la forma de entender Internet. Recuerdo cuando allá por el 97´ la Web se iba plagando de páginas comerciales y todo el mundo parecía imbuirse de la locura internauta. Era el momento en el que la conversación en La Red empezaba a ser monopolizada por la empresa, aparecían nuevas técnicas para promocionar un site todos los días y casi no teníamos tiempo de estar al tanto de todo lo que ocurría. Era una vorágine de descargas de pluggings y de apariciones de puntos com que prometían llevarnos al nuevo milenio de una nueva forma.

Aquellos tiempos gloriosos pasaron aunque en cierto modo me encuentro como entonces cuando analizo la blogosfera. Mi Tesis es muy sencilla y por desgracia poco novedosa:

  1. Los blogs devuelven la libertad y la palabra a los usuarios de Internet. Establecen un marco de comunicación ágil y sencillo para todos aquellos que quieran comunicar algo. Es simplemente la demostración de que el mundo virtual llega a ser una prolongación del mundo real.
  2. Las empresas han de darse cuenta de que todo ha cambiado. Una presencia web es necesaria, pero los clientes van a demandar uevas formas de comunicación, y el blog es una más que correcta fórmula de enlazar con los públicos cercanos.
  3. Blogs y comunicación bidireccional hacen que conceptos acuñados en la década pasada y empujados por la industria de los sistemas de información (CRM, Gestión del Conocimiento…) adquieran carta de naturaleza y puedan ponerse en funcionamiento de una forma sencilla y medible.

A partir de ahí debería empezar a exponer decenas de datos que justifiquen estos argumentos tan sencillos de observar a simple vista, e información y referencias no faltan. Especialmente desde el propio mundo de la blogosfera.

En días pasados hablaba de la falta de bibliografía existente sobre la cuestión que me ocupa. De acuerdo que el material on line es inmenso, pero a veces el papel, la reflexión, el documento, hace falta si queremos establecer a fondo todos nuestros puntos de vista. Afortunadamente se empieza a publicar o al menos estar en ciernes diferentes publicaciones que clarifican más, en castellano, ese amplio mundo que es la blogosfera. Especialmente interesante me ha parecido el trabajo ya disponible en versión digital La Blogosfera Hispana: Pioneros de la cultura digital, publicado por la Fundación Auna y que además de ser un texto que cubre perfectamente muchas de las dudas que pueden surgir sobre el mundo blog, permite identificar autores interesantes que en estos momentos están trabajando a fondo sobre el nuevo escenario. Muchos y con grandes ideas. Y entre ellos el capítulo de Adolfo Estalella, por lo que de académico tiene (uno se debe dejar por esa deformación profesional) me parece especialmente bien diseñado.

Que comencemos a estudiar la blogosfera desde el ámbito universitario y académico es bueno. Si eso significa que la Universidad permite que nuevas investigaciones sobre temas no tan «típicos» se lleven a cabo.

Spameando Blogs


Afortunadamente Blogger, Blogia y los sistemas desarrollados en WordPress comienzan a dotarse de sistemas que puedan parar el cáncer de los blogs, el temido spam.

Veamos un escenario no tan imposible: un autor comienza un blog de manera alegre, creando diariamente entradas, mejorando la plantilla al tiempo que va aprendiendo rudimentos de XML, sintiéndose un auténtico editor. Comienza a visitar otros blogs y a comentar en ellos, de forma que poco a poco su bitácora registra un mayor número de visitas. Sus comentadores también van aumentando, de forma que su blog va haciéndose cada vez vás conocido. Cubre un pequeño espacio de la blogosfera. Y de pronto, ahí están. Un robot spameador machaca literalmente todo el espacio para comentar, genera decenas de líneas basura, hace que el bloguero se tire de los pelos, y finalmente, harto de luchar contra los malditos intrusos acaba por abandonar…

Afortunadamente existen herramientas para acabar contra esos bichos. Pero no son del todo ajustadas y desde luego no todos los proveedores de servicios de alojamiento para blogs cuentan con ellas. Por ejemplo, Ya.com, un servicio bastante utilizado en españa por su facilidad de uso, cuenta con la posibilidad de bloquear IP´s, pero para el robot eso no suele ser suficiente.

La lucha contra el Spam viene de lejos. Incluso los buscadores más importantes (Google, Yahoo! y MSN decidieron enfrentarse a ello el año pasado pero todo parece seguir igual. Al final, el bloguero se encuentra solo frente a empresas conocidas, con nombres y apellidos, que trabajan con total impunidad. ¿Acaso el Spam es el peaje que tenemos que pagar por disfrutar de ser nuestros propios editores? Artículos en la Red de como luchar hay decenas. Pero el pobre bloguero poco avezado se verá conquistado antes de tan siquiera entender que es eso del «nofollow». Y mientras tanto, esas empresas, claramente identificadas, seguirán con sus flamantes webs spameantes al viento.

Años atrás recuerdo que cuando a alguien se le ocurría mandar correos no deseados, la comunidad internauta actuaba de manera tan agresiva que podía suponer el fin de su negocio, destrozado por peticiones de servicio o «regalos» enviados en venganza. Eran tiempos en los que la «ley» no imperaba en Internet. Ahora tenemos ley, y han vuelto.. ¿para quedarse? Por el momento nos quedaremos intentando luchar contra ellos como los buenos de las películas. Poniendo la otra mejilla y escondiéndonos en el barril de al lado de la cantina. Parece que ellos son más y están mejor armados.

Sobre publicaciones

Del mundo blog y otro tipo de escritos, la realidad es que en España poco se ha llevado a las librerías. El vacío es grande, aunque ha sido en pequeña medida suplido por «Blogs«, de Octavio Rojas, Julio Alonso, José Luis Antúnez, José luis Orihuela y Juan Valera. Es un acercamiento bastante interesante al mundillo bitacoril, y especialmente atractivo el hecho de que se asome en algunos capítulos al ámbito de los blogs empresariales.

Tras analizar y leer (no con toda la rapidez que me hubiera gustado, dichosa pelea con el inglés…) «Naked conversations» y de Robert Scoble y Shel Israel y “Blog! how the newest media revolution is changing politics, business and culture”, de David Kline y Dan Burstein, soy consciente de la gran tarea que hay todavía por delante. No es tan sólo definir claramente el concepto blog, la blogosfera y el nuevo entorno creado desde el momento en que empieza a popularizarse el concepto. Sin duda hay aspectos que tienen que ver con los propios cambios sociales, con la necesidad de publicar, de escribir y ser leído, con el tener una presencia única y personal en Internet.

¿Pero encajan ahí las empresas? Sin duda. No es nuevo tampoco ese concepto. Tanto su uso como comunicación interna, como la utilización de cara al ámbito de las relaciones públicas comienza a ser crítica. Lo leemos y lo escribimos. Seguimos a los líderes de la blogosfera hispana que nos empujan hacia ello. Pero todavía pocas empresas se atreven a ponerlo en práctica. El miedo siempre es el mismo: «¿Cómo voy a controlar yo la información que se da? ¿Y qué pasa con los comentarios negativos?»

Interesante el futuro, pero lejana la realidad. En cualquier caso esperamos que poco a poco la cosa se convierta en blogocosa, poco a poco…

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