To MOOC or not To MOOC
Llevamos más de un año preguntándonos acerca del recorrido que van a tener los MOOC´s y hablando sobre las ventajas que puede suponer para la educación la «democratización» de cursos impartidos por universidades, de forma gratuita y abiertos a todo aquel que tenga interés en realizarlos, más allá de la consecución de un título académico. La idea inicialmente es brillante: utilizando las capacidades que ofrece el e-learning, cualquiera puede matricularse en un curso, seguirlo a su ritmo y obtener resultados acordes a su esfuerzo e interés. La tecnología permite que en un curso se encuentren matriculados miles de alumnos, y que al mismo tiempo puedan seguir las enseñanzas de los contenidos de dichos cursos, algo que sería absolutamente impensable en la formación tradicional. A través de las plataformas MOOC es posible generar comunidades que refuercen el aprendizaje y los lazos entre los alumnos, independientemente de cual sea su procedencia. Y si esto se hace de forma gratuita el aprendizaje llegará a todo aquel que lo desee, sin necesidad de pagar costosas matrículas para acceder a las universidades de mayor prestigio en el mundo.
Todo un cambio que algunos están convencidos de que va a suponer un nuevo paradigma para la educación, reforzando el autoaprendizaje, las relaciones entre alumnos con objetivos comunes y «comoditizando» la educación, haciéndola más flexible y asequible. Todo con el refrendo de instituciones sagradas como Harvard, el MIT, Stanford etc…
Estoy absolutamente de acuerdo con que no hemos sido capaces de poner en valor el autoaprendizaje. Craso error. Corría el año 1997 cuando decidí que quería aprender todo lo posible sobre Marketing en Internet. En aquellos días el concepto e-learning no existía (o al menos no se manejaba tanto como ahora). Apenas había un puñado de sitios web en los que indagar acerca de ello. Muy pocos manuales. Cursos de formación prácticamente inexistentes. Pero existían los grupos de News, las listas de correo y algunos adelantados a su tiempo: Alain Jordà, con un incipiente «curso» que pasaba de mano en mano o Enrique de la Rica, cuyo «Marketing en Internet» llegué a aprenderme de memoria. Aprendí a base de leer lo que encontraba, de preguntar y compartir lo que iba conociendo en listas y grupos. Y de poner en práctica mi propio aprendizaje, «haciendo«. Nunca asistí a un curso reglado sobre Marketing en Internet, pero cuando a partir de 1999-2000 surgieron cientos de ellos estaba lo suficientemente preparado incluso para ser docente en bastantes de ellos. Sí, sin duda estoy convencido de que cuando una persona tiene interés en un tema es posible aprender de él fuera de los entornos más regulados.
Por ello esa vertiente de los MOOC´s la veo no solo útil, sino también necesaria. Están generando un movimiento que empuja a personas con cualquier tipo de interés a lanzarse a aprender. Y eso es lo más positivo.
Pero la «paquetización» que prometen estos sistemas, unido a la aparición de intereses comerciales, en la línea de cobros para obtener una «certificación» me hacen ser cauto con todo esto. Lógicamente el coste para una institución es elevado. O para cualquier profesor que se embarque en la aventura de tener miles de alumnos. Y además se le une la banalización que conlleva lo gratuito, de forma que asistimos a disparates. No creo que 180.000 personas matriculadas en un curso sirvan de mucho más que como reclamo para la matriculación de otros miles más por aquello del «esto tiene que ser bueno».
Sin renunciar a los avances que sigo pensando que los MOOC´s pueden ofrecer en la democratización del acceso a la educación y en la generación de nuevas comunidades de aprendizaje no dejo de pensar en este artículo Joshua Kim en el que pone el dedo en la llaga de algunos de los problemas que ofrecen estos sistemas. Tal vez sea bueno tenerlo presente antes de que las instituciones españolas, tan dadas a seguir alegremente cualquier tipo de tendencia «de moda», aunque sea años después, se lancen en una absurda carrera en la que prime la cantidad antes que la calidad y en la que el aprendizaje sea finalmente el que se vea afectado, de forma negativa. A continuación hago un breve resumen de las ideas que plantea Kim:
Preocupaciones sobre los MOOC´s:
1. La educación requiere diálogo. Los MOOC´s bien diseñados ofrecen información, prácticas y tareas. Pero una auténtica experiencia educativa exige diálogo y conversación.
2. El aprendizaje no es escalable. La experiencia de aprendizaje no se escala por la existencia de un mayor número de alumnos. Especialmente porque una gigantesca cifra de ellos afecta negativamente a las posibilidades de interacción.
3. La bajada de costes no debe suponer una caída en la inversión en educación. Y esto es aplicable a todos los actores del sistema. Universidades, profesores y también alumnos. El diálogo y las relaciones, claves en una buena formación, tienen un coste que no se minimiza precisamente con estos entornos.
4. Los MOOC´s incluyen costes de oportunidad. Generar un buen sistema no será barato. Y poner a trabajar en él a los mejores profesionales de la institución llevará a que estos tengan que dedicar un esfuerzo considerable que pueda afectar a su trabajo habitual.
5. Los MOOC´s han de estar alineados con la estrategia de la institución. Deben ser apoyados por toda la organización y no convertirse en un «experimento», en algo «de moda».
6. No deben ser considerados como un sistema para ahorrar costes. Especialmente por aquellas instituciones que consideren la posibilidad de «subcontratar» el servicio e incluso en derivar a sus alumnos hacia este tipo de cursos de otras organizaciones.
7. Es necesario ser cauteloso con las ofertas de construcción de MOOC´s que van a aparecer durante los próximos meses. Sin duda habrá proveedores excelentes, pero también muchos surgidos al calor de la nueva oportunidad. Y el reto de implantar un sistema de estas características requiere partners realmente preparados.
Cuestiones y dudas que seguro que muchos de los que trabajamos en el ámbito educativo tenemos en mente. De ahí que todo debate que sigamos manteniendo sea absolutamente necesario y útil…