Fisio-Blog

En el segundo semestre imparto la asignatura de Gestión de Sistemas Sanitarios, una de las asignaturas de nuestra diplomatura en Fisioterapia. Básicamente nos enfocamos en el ámbito de la Dirección de Empresas, intentando ofrecer a nuestros alumnos una visión general del mundo empresarial, con un enfoque en el área sociosanitaria.

Ya el año pasado hablé mucho de blogs, como no podía ser de otra manera. Algunos alumnos acogieron de forma muy positiva el guante que les lancé para crear un blog de una clínica de fisioterapia, y el experimento fue muy gratificante, especialmente cuando observaban que blog y web corporativa pueden caminar de la mano.

Hoy he estado navegando por la web de Fisioterapia Argüelles, un perfecto ejemplo de simbiosis de las dos formas comunicativas. Llevan blogueando desde enero de 2007 y da gusto dejarse caer por sus posts. En estos días en los que algunos claman por la muerte del blogging, ver proyectos como éste que siguen funcionando y mejorando hace que mi optimismo sobre la blogosfera no decaiga…

A las barricadas!!!!

Hubo un tiempo en que me picó la política universitaria. Eran los días en los que estaba a punto de terminar la carrera, en otro siglo. Tras cuatro años estudiando y jugando al billar a diario (tal vez debería cambiar los factores) me había convertido en el «pepitogrillo» de la clase y lo uno llevó a lo otro. Acabé siendo el delegado del grupo, el representante en el Departamento, en la Junta de Facultad, en el Claustro y, finalmente, el flamante Presidente (con mayúsculas y retrato) del recién creado Consejo de Estudiantes.

Por aquel entonces en Alcalá nos peleábamos para ver quién era más importante. Los de Filosofía lo teníamos muy claro. Por supuesto nosotros, que pensábamos… Los de empresa también: ellos, que servían de motor económico… Y los de la Politécnica, bueno, ellos hablaban raro, de códigos extraños que ni Dios entendía y que lógicamente, les hacía los más importantes…

Finalmente, gracias a la conjunción de Plutón con la casa de Osiris en su tercer ascendiente nos pusimos de acuerdo. Montamos un Consejo de Estudiantes. Ya servíamos para algo. Podíamos reivindicar. Luchar. Hacer nuestro particular 68´. Poner los derechos de nuestros representados sobre la mesa. Y así lo hicimos. Con un tal Rubalcaba que comenzaba a aparecer en el Ministerio de Educación, que a fuerza de darle la murga nos cedió unas migajas de aquello por lo que habíamos amenazado con la Revolución. Un dinerillo que se embolsaron las universidades a costa de lo que, aquellos que armados de palestino y verborrea y con los lomos crujidos a pelotazos ,»habíamos logrado».

Y de paso nos colaron un cambio. Una cosa que se llamaba «crédito». Algo así como la moneda de cambio de 10 horas de clase. Una novedad que nos iba a hacer más listos, más altos, más fuertes (o tal vez ese no era el orden…) Dio igual. Nuestra revolución, basada en luchar porque el hijo del obrero pudiera ser Ingeniero, estaba hecha… o no…

Hoy nos enfrentamos al Espacio Europeo de Educación Superior. Con ese nombre más vale acortarlo en «lo de Bolonia». Y los pañuelos palestinos vuelven a las calles. Y es que, como todo el mundo sabe, «eso de Bolonia» es que la Universidad se privatice. Que el hijo del obrero ya no pueda ser Graduado. Que la tortura de soportar a un profesor en un aula se multiplique hasta las 40 horas a la semana. Y sobre todo que se metan con «La Universidad». Se sale a la calle y se protesta. Sembrando dudas en un alumnado absolutamente ajeno a «esas películas» más allá de poder perder un jueves por la mañana yendo de «mani».

Y la lástima es que, en el fondo, los alumnos no participan en la creación del nuevo sistema. Puede argumentarse que no se cuenta con ellos, pero pocas veces asisten a reuniones preparatorias, aportan propuestas para mejorar «lo impuesto» desde arriba. Las revoluciones pueden ser divertidas o aburridas, y parece que esa es la parte más aburrida de todo.

Afortunadamente hay algunos estudiantes (aunque sean de postgrado) que parecen tener las ideas más claras. Y el trabajo de Francec Esteve va en esa línea. Me ha parecido estupenda su presentación sobre el EEES en el marco de unas jornadas de participación estudiantil de la Jaume I. Por ello no quería pasar la oportunidad de insertarla aquí.

Indagar, investigar, hacer propuestas, discutir, y volver a trabajar, a indagar y a seguir haciendo propuestas. Más allá de panfletos y de barricadas de jueves por la mañana. Soy cada día más mayor, sí. Pero sigo soñando con representantes estudiantiles que intentan hacer las cosas mejor, y trabajos así me hacen recuperar una fe, nunca perdida del todo…

Y… Y… YES!!!

Kennedy fue asesinado en 1963. Hemos visto tantas veces las imágenes de los disparos que acabaron con él que parecen estar grabados a fuego en nuestra memoria compartida. Yo no había nacido todavía. Y aunque he leído mucho sobre él y mis progenitores me han contado lo que suponía que aquel hombre joven, guapo, alcanzara la presidencia de Estados Unidos, nunca me ha parecido ni tan joven, ni mucho menos, tan guapo. Más bien recuerdo siempre la crisis de los misiles, que podía haber terminado con mi vida antes de empezar, sus affaires con Marilyn Monroe y la saga familiar que vendría después. Casi cinematográfico, sí. Pero de otra generación, como lo fueron Sofia Loren, Humphrey Bogart o incluso los Beatles.

Mataron a Martin Luther King unos cuantos meses antes de que yo comenzara a berrear. Y he oído cientos de veces el famoso «I have a dream…» Intentando comprenderlo desde la distancia de un país que jura y perjura que no es racista, al mismo tiempo que sospecha de aquel que tiene la piel diferente o cuyo acento es distinto.

Y de pronto apareció un tal Obama. Un tipo negro, joven y guapo. La mezcla perfecta de los 2 hombres que nunca acabaron de convencerme. Y se presentó a las elecciones para ser el hombre más poderoso del mundo. Y lanzó un eslogan tan fantástico como marketiniano: «Sí, podemos». En inglés, que parece sonar todo mejor, más «fashion». Y todo el mundo dijo que no era posible, que no vencería a la Sra. Clinton, que nadie votaría a un negro para la Casa Blanca, que todo eran cuentos románticos y que al final las aguas volverían a su cauce.

Y llega el martes ése, después del lunes de noviembre. Un galimatías similar a lo del pavo de Acción de Gracias o a reventarnos las fiestas de carnaval inventando un no se qué de calabazas, tratos y trucos. Y nos acostamos tarde. Twitteando, blogueando, oyendo la radio, mirando la tele, pellizcándonos ante la realidad que nos abruma y que parece convertir el clásico guión de Hollywood en una realidad tangible.

Y nos emocionamos. Y las lágrimas se aferran a nuestras gargantas mientra un hombre frente a millones de personas entona un canto tan simple como sentido. Haciendo que sintamos que algún día podremos arrepentirnos. Pero que el momento es nuestro, el de nuestra generación, el de nuestro tiempo, consciente de haber vivido, una vez más, algo histórico…

Retomando los blogs…

No he dejado un sólo momento de trabajar en el ámbito de los blogs y su uso desde el punto de vista corporativo. A fin de cuentas son el centro de mi Tesis Doctoral. Pero es cierto que de un tiempo a esta parte en INFOCONOCIMIENTO no publicaba nada sobre el eje en el que para mí se sustenta la web 2.0. Y por fin, hoy tengo la alegría de encontrarme con un proyecto que me ha resultado interesante: los blogs de la Obra Social de caja Madrid.

Es cierto que otras entidades bancarias ya llevan tiempo trabajando en la blogosfera. El propio BBVA tiene su Red, enmarcada en su BlueBBVA, aunque no me acaba de convencer, ni el diseño, ni la temática de los blogs ahí incluidos. Es verdad que como espacio para mostrar sus productos y en definitiva, como soporte de sus campañas publicitarias, es interesante, pero creo que le falta algo de «chispa» para hacerlos un punto de referencia blogosférico.

Sin embargo, la nueva red de la Obra social de Caja Madrid sí creo que puede encajar bastante en lo que se le exige a una red apoyada por una entidad financiera de las características de una Caja de Ahorros. Los blogs tocan los ámbitos de Inserción Social, Alzheimer, Arte Joven, Formación Profesional, Mayores, Cooperación y Desarrollo, Medio Ambiente, e Innovación Social. Todos temas que merecen una atención pormenorizada y que usando un diseño bastante correcto, aunque mejorable (cuesta un poco acostumbrarse a la navegación y resulta difícil encontrar el «archivo») hacen que la iniciativa me resulta plenamente recomendable.

Además la Obra Social de Caja Madrid también participa en la Web Colaborativa con su presencia en Twitter, Facebook, Netvibes e incluso Flickr. De acuerdo, no es un banco, pero iniciativas así son las que me siguen haciendo confiar en los blogs como herramienta perfectamente útil y necesaria. Y por si fuera poco, su eslogan me parece excelente: Medios Sociales para cambiar el Mundo…

Contra la Universidad, el Conocimiento y la Comunicación… BOMBA!

Ha pasado hace unos minutos y miles de personas nos enteramos gracias a José Luis Orihuela y su Twitter: un bombazo sacude la Universidad de Navarra y su Facultad de Comunicación. Confusión, miedo, terror en su estado puro, que es lo que los animales bípedos responsables han conseguido, una vez más. Y es que la Universidad, denostada pero permaneciendo durante siglos contra la barbarie, molesta. Y si encima la unimos con el Conocimiento y la Comunicación, se hace insufrible. Hay que atacarla, hacerla desaparecer, aunque sea detonando una bomba en un aparcamiento. Es el tributo que los «fascistas» debemos pagar por pensar. Los «fascistas» que pensamos, que leemos, que nos revelamos ante el pensamiento único.

(Foto de El Mundo)

Bomba al lado de la biblioteca. Para que todos se enteren de que los libros no tienen sentido. De que la sabiduría, la prudencia y la templanza, ya no son necesarias. No merecen la pena. Los «oprimidos por el estado totalitario» hacen su revolución y consiguen su minuto de gloria, de repugnante protagonismo gracias precisamente a la comunicación.

Habrá momento de analizar a fondo, de protestar, de levantar el «puño fascista» que sólo quiere la libertad para reivindicar el hecho de que los bárbaros en nuestra sociedad no tienen sentido. Habrá momento de volver a escribir. Pero este es momento de indignarse, contra los tarugos que hoy se conectarán a Internet para reírse de su miserable hazaña…

El servidor… caído!

Llevo años predicando las bondades del comercio electrónico. Años impartiendo clases, conferencias, escribiendo artículos, documentaciones para cursos… siempre evangelizando sobre una forma «nueva» de comprar. Pero cada vez que ocurre algo como lo de hoy, me tengo que replantear muchas cosas.

AC-DC son un mito. Da igual que gusten o no. Todo el mundo reconoce al grupo con el guitarrista vestido de colegial y creo que no hay nadie en nuestro país que no haya visto alguna vez su logo, por no decir que no haya escuchado alguna vez su música. Llevan 8 años desaparecidos. 8 años en los que, los que aprendimos a ser mayores con su música, les hemos echado de menos, contentándonos con sus vídeos y, sobre todo, con su música atemporal, mágica, hipnótica, genial.

Y finalmente deciden volver. Con un disco que pretende recuperar unas esencias que, por otro lado, nunca han abandonado. Y sobre todo, deciden salir de gira. Demostrar que siguen en forma. Que siguen siendo los más grandes.

Hoy se ponían las entradas de sus dos conciertos españoles a la venta. Hace años, cuando queríamos ir a un concierto nos íbamos a Discoplay o a Madrid Rock, esperábamos horas en una cola y salíamos felices y contentos con nuestra entrada para enmarcar y la ilusión del evento próximo. Hoy no. Hoy las entradas cuestan más caras. Debido a unos extraños gastos de distribución (el papel de la impresora y la tinta, supongo). Y son infinitamente más feas. Un trozo de papel para emborronar una ilusión. La de la retina que mantendrá el recuerdo siempre.

Además Internet se ha asentado como la alternativa. Las entradas dependen del servidor, de extraños arcanos que hacen que la leyenda «operación no disponible» sea la lotería musical menos deseada. Hoy, una vez más, ha vuelto a pasar. Desde las 10 de la mañana miles de personas intentaban conseguir un ticket para disfrutar a los australianos. Algunos se escapaban del trabajo y hacían interminables colas para encontrarse con la frustración, «nada, imposible, está caído». Otros, miles de los que sueñan que Internet siga siendo una vía necesaria para modernizar el comercio, se desesperaban borrando la tecla F5 de sus ordenadores.

Daba igual, en menos de 2 horas, como por arte de magia, con los servidores de Internet caídos, con un Servicaixa inoperativo e incompetente, la desesperación se tornaba en resignación: tal vez haya una nueva fecha, tal vez la próxima vez, tal vez…

Que AC-DC son un grupo que mueven masas es incontestable. Que la demanda supere con creces la oferta es indiscutible, pero lo que no es de recibo es que la respuesta siga siendo la misma. Los servidores se cayeron. O peor aún, decir que «la página ha funcionado» es negar la mayor. Es engañar con la idea de que todo fue un éxito, cuando, una vez más, y ya son muchas, no fue así.

No merece la pena buscar culpables. No. Sería perder más horas de las que hoy miles de personas hemos perdido. Pero tal vez sí deberíamos reflexionar profundamente. Si lo que ocurre cada vez que un grupo (hoy llámase AC-DC, mañana los Stones, o el que sea) viene de gira se reprodujera en una crisis mundial, nos tendríamos que comunicar con Tam Tams. Si el argumento de «muchas peticiones hacen que se caiga la línea», por parte de empresas como Servicaixa o El Corte Inglés se acepta, mañana podemos aceptar cualquier cosa. Y hoy, cuando hablo con gente que ha conseguido su entrada el argumento es siempre el mismo: «¿por Internet lo has intentado? venga ya, si no funcionaba la Red ni en la tienda…»

Y ahora, ¿como sigo yo hablando de las bondades del comercio electrónico?

(En estos momentos con la búsqueda AC-DC en Google, la primera referencia, de pago, es una página que ofrece las entradas al módico precio de 572 €. Seguramente, son de fans a los cuáles al final les ha «salido» algo y no pueden ir al concierto, que será el próximo 2 de abril)

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