Un evangelizador murga como yo con el Mundo Blog debe acostumbrarse a todos los reparos. Estar a todas horas hablando de las ventajas y los beneficios que puede aportar al ámbito organizacional la creación y el mantenimiento de una bitácora, genera reparos, indudablemente. Pero sirven de acicate para el esfuerzo. Así, cuando mi alumna Verónica, jovencita avispada a la que imparto Gestión del Conocimiento y Marketing en Internet en la Facultad de Sociología, me dice que ella piensa que los blogs «son un coñazo y que no sirven para nada» (sic) sé que evidentemente está equivocada. Y ella sabe que, evidentemente yo soy su profe, que por si fuera poco hace una tesis Doctoral sobre Blogs, así que acaba dejándome por aburrimiento, pero nunca convencida. A veces llego a cabrearme, pero posiblemente el día que defienda la Tesis me tendré que enfrentar con muchos académicos que piensen como ella, y lo que es peor, a día de hoy, ella piensa como la mayoría de Directores Generales de las organizaciones que yo creo que deberían incorporarse a la blogosfera.
Hablando hoy con Javier Maldonado sobre el libro de la Blogosfera Hispana (al cual se referenciaba el pasado domingo en las páginas salmón de El País, en una crítica demasiado feroz), daba la casualidad de que le podía mostrar una empresa española, o al menos un directivo español que, sin embargo, parece estar convencido. Enrique Escobar, el Director de Lefevbre Software en España aparecía como bloguero de pro, con una bitácora colgada de su propio site.
Dando saltos de alegría le comentaba a mi amigo: «por fin, sin esperarlo me encuentro un blog empresarial, sin buscarlo, casi al azar». Y de pronto, la desilusión. No podía ser todo perfecto…
Gran iniciativa, especialmente desde un grupo de desarrollo de software, en un entorno donde seguro que hay mucho que decir. Sí, decirlo ellos. O mejor aun, decirlo Enrique. Un blog sin comentarios…
Y es que no vamos a machacar de nuevo con el Manifiesto Cluetrain ni con mítines de todos conocidos, pero un blog es y debe ser conversación. De acuerdo que también es buena la actualización, el orden cronológico inverso y el blogroll. Pero sin comentarios, el blog pierde su esencia. Moderados o no. Pero existentes. Así, mi emoción acabó recordándome a Verónica, sí, pero…