Solidaridad con Marcelino Madrigal

Cerrar su blog es querer amordazar lo que ocurre, pretender mirar hacia otro lado, cercenar la denuncia, llevarnos a 1984, donde la historia se reescribía una y otra vez para hacer que lo incómodo no existiera.

No a la pederastia, no a la censura, no a la dictadura de unos pocos pseudoabanderados de «Lo Social» y «El progreso de las Redes» mientras los delicuentes, reconocidos, denunciados, campan a sus anchas.

Microsoft, devuelve su blog a Marcelino y acaba con los miserables que habitan en tu casa