Día de Internet

Hoy es el Día de Internet, una de esas efemérides que uno no sabe muy bien de donde han salido. Supongo que sirve para que los telediarios no abran sus noticias con la última red de pornografía infantil detenida o con los ataques que cada vez más gente sufre de phishing, spam y otras alegrías diarias. En cualquier caso yo he dedicado todo el día a Internet. Como la mayor parte de ellos. Disfrutando un puente y retocando esta página. Y mira tu por donde resulta que ve su estreno el día que la AUI decide honrar a la Sociedad de la Información.

También hoy es el día en que la web se convierte en la conversación exasperada. El seleccionador nacional de fútbol ha dado su lista definitiva para la Eurocopa 2008 y ha decidido dejar fuera (como se suponía) a Raúl. Ser el tercer goleador de la liga, haberla ganado, dejarse la piel en todos los partidos, contar con una historia y un prestigio con sus compañeros inmenso, no ha servido para que el delantero del Real Madrid pueda acudir a la competición europea. Una vez más se demuestra como el talento y la genialidad están reñidas con la estulticia del jefe. Ese que cuando siente como le enmiendan la plana la única salida es castigar al subordinado. En la empresa, en el fútbol, en la vida misma: «Por suerte o por desgracia yo soy el sleccionador (Jefe)» (sic) Día de discusiones on line entre raulistas y anti-raulistas. Día de estrenos online, como esta misma web. Día de descanso frente a la pantalla y a la tecla…

Nueva imagen, nuevos cambios, nueva web

Después de más de dos años como autor de «Blogocosa» y tras unos días en los que he estado haciendo toda la migración de los posts y los comentarios generados en casi un centenar de entradas, hoy estreno nueva web. He recuperado un dominio que llevaba usando muchos años aunque lo tenía infrautilizado, INFOCONOCIMIENTO. En su día decidí comprarlo ya que me parecía una buena idea, dados mis estudios de doctorado en el Programa de la Sociedad de la Información y el Conocimiento de la UPSAM. Tras enfocarme en Blogocosa y en Blogger, creo que este es buen momento para volver a iniciar un proyecto más ambicioso.

No he terminado la Tesis Doctoral todavía, aunque creo que es cuestión de poco tiempo. Pero desde ya INFOCONOCIMIENTO se abre a otros aspectos y temas que me resultan apasionantes. Por un lado, cada vez trabajo más en el entorno de la Web 2.0, no sólo en el ámbito de la blogosfera. Al mismo tiempo, creo que es momento de usar este espacio web como una proyección de mí mismo, más allá de los aspectos del día a día que me apetece comentar o discutir. Así, en INFOCONOCIMIENTO irán apareciendo secciones que tendrán que ver no sólo con el desarrollo de mi Tesis, sino también con mi propio desarrollo profesional. En definitiva, esta es mi web, personal y profesional (escribiré un post sobre ello y sobre uno de los artículos que más me han impresionado en los últimos tiempos).

Gracias a todos los que habéis seguido mi andadura en Blogocosa. A partir de ahora os espero aquí y os pido algo de paciencia si en los primeros días hay fallos (la beta perpetua…) Lo que sí os puedo asegurar es que INFOCONOCIMIENTO será más grande, más actualizado, más abierto a otros temas y espero que más útil, al menos para mí.

Esto no es, estrictamente, un nuevo blog, pero para el que suscribe casi es un estreno. De forma que si llegas a estas páginas por primera vez, sé bienvenido. Estás en tu casa.

El tiempo da la razón

Hace 10 años comencé con mi primer proyecto de Internet. Con la ilusión de aquel «fenómeno» que comenzaba a arrancar, nos decidimos por crear un Portal de Marketing en Internet, que posteriormente se convertiría en una consultora, con la que, por desgracia, no tuvimos mucho éxito en los primeros tiempos y tuve que abandonar para continuar en terrenos de mayor tangilibilidad. Afortunadamente hoy mis amigos siguen con ella y me demuestran día a día que la senda que comenzamos hace una década era la correcta.

En aquellos primeros días, se me ocurrió plantear a mis compañeros el montar una radio on line. Llevaba muchos años frente a un micro y soñaba con tener mi propia emisora, que lanzara la música que quisiera, cuando quisiera. Tuve que olvidarlo, ya que todo el mundo me decía lo mismo, «no es negocio» y lo que es peor, «nadie va a escuchar la radio por Internet pudiendo hacerlo con un transistor».

Hoy esos argumentos han sido superados, como es evidente. Pero cuando esta mañana he analizado el fantástico enlace que, como siempre nos suministra Juan Diego Polo (¿he dicho ya que soy adicto a su blog?), he sido más feliz. Aquella idea descabellada es absolutamente real. Tangible y, no sé si con negocio detrás o con poco futuro, real.

Sigo con mi programa en la Radio, pero tras encontrar este enlace, mucho me temo que mi gigantesco portafolios de proyectos abiertos va a crecer… en uno más 😀

Un blog maravilloso

Llevo enganchado semanas a Wwwhat´s New, el mejor blog para saber qué es lo que hay nuevo en la Web 2.0 y lo cierto es que cada día me sorprende con varias aplicaciones nuevas. Desde luego encontrar esta llamada YUDU, que convierte cualquier PDF en Flash me ha parecido absolutamente genial.

Desde luego, la web 2.0 se mueve… ¡y como! Y da fusto saber que hay blogs que son capaces de hacer una vigilancia completa de lo que pasa por ella…

WordPress, un redescubrimiento…

Usé WordPress hace un par de años. Y no le acabé de coger el gusto, las cosas como son. Lo abandoné y me pasé a Blogger, que hasta ahora me ha servido para decenas de proyectos relacionados con la blogosfera. Por supuesto que he «cacharreado» con Bitácoras.com, La Coctelera, Ya.com, Livejournal y no se cuantos más. Debe haber cadáveres blogosféricos míos a decenas en el éter de la web. Pero no he quitado nunca el ojo a WordPress, viendo como cada vez más y más blogueros optaban por ese CMS.

Esta mañana me apetecía hacer un ejercicio con él, de forma que, cronometrando, he hecho una instalación de WP. Desde el momento de la descarga hasta su configuración base en mi servidor, 40 minutos. No está nada mal, pensando que, como muñón informático, habitualmente me acabo pegando con el dichoso config.php, los permisos de las carpetas y los errores tipo «pantalla azul de la muerte» aplicados al MySQL que me suelen dar los CMS «avanzados» tipo Joomla, Drupal o Elgg.

Tutoriales en la web hay decenas, así que no voy a repetir lo que está bien escrito y explicado. He usado el estupendo de Ayudawordpress. Más simple imposible. De forma que en pocos minutos ya tenía la instalación funcionando. En menos de lo que canta un gallo he cambiado la plantilla eligiendo un Theme de los miles que también se comparten por Internet, así que antes incluso de irme a clase ya tenía de nuevo un WordPress funcionando.


Eso sí, mi preocupación durante la tarde iba por otro lado. Arrancar de cero es muy fácil, y no sorprenderá a ninguna persona que lleve tiempo trabajando en la blogosfera. Lo que me asustaba era la migración desde blogger. Había leído varias veces el ya clásico post de Blogstudio sobre la migración del de Luis Rull, y lo único que puedo decir es que me inspiraba muchísima pereza. E incluso había probado hacer una migración yo mismo con una instalación anterior y me había sido imposible. De forma que estaba en el mismo punto de partida: tengo un wordpress instalado pero me queda todo por hacer… Hasta que se me ha ocurrido probar el botoncito de importar y… !Voila! en menos de un minuto más de 300 posts con sus correspondientes comentarios importados y ordenaditos en la base de datos sin ningún problema.


En fin, que hay que quitarse el sombrero ante WordPress y que yo también debía aportar aquí mi granito de arena dando jabón a una aplicación que comprendo que se haya convertido en la de mayor crecimiento entre los blogueros del mundo entero.

¿Mirar la tele?

Paso muchas horas leyendo blogs. Y muchas más navegando en Internet. La Tele se ha convertido para mí en un cacharro que sirve para proyectar DVD´s de vez en cuando, acompañar durante alguna comida y decorar monstruosamente el salón.

Pero de vez en cuando la miro. Más bien me trago algún programa de los que los que salpican una programación insulsa y absurda. Supongo que todos lo hacemos. Incluso me flagelo tragándome contenidos sonrojantes, de esos tan lamentables que hacen enrojecer simplemente con la mera mención a su visionado. Después de hacerlo suelo olvidarlos rápidamente, en mayor o menor medida. Lo normal es que le dedique el tiempo de atención que le dedico a los anuncios (salvo cuando los visiono trabajando), es decir, el de la memoria de un pez.

Pero también, a veces, me cabreo. Me mosqueo hasta la saciedad con algo que es tan sencillo evitar como mover el dedo en el mando a distancia. Con la serie de TVE, Fago, me ha pasado eso. Me he tragado dos capítulos y medio. El primero y el último completos. Creo que porque al no sentir la llamada de la penitencia semanasantil necesitaba hacer mi vía «crucis particular». Si no, no tendría otro sentido.

TVE consigue sorprender con sus trabajos. Siempre se recuerdan series memorables, no sólo las de hace décadas, añejas ya en el recuerdo, sino incluso en estos tiempos de tricornios televisivos, esa Desaparecida e incluso su spin off UCO, sorprendentes trabajos que convertían a la Benemérita en un cuerpo televisivo interesante a la par que novedoso.

Y he aquí que de pronto nos encontramos con Fago, la recreación de un crimen en proceso de investigación, a pocas meses del inicio del juicio. Una serie que tan sólo por la polémica de su «casi secuestro» prometía y que se ha convertido en algo tan absolutamente bochornoso que hoy entiendo mucho mejor qué es lo que tiene Internet, que lleva a hacernos olvidar las 625 líneas (todavía las tengo, si)


Una especie de sargento Arensivia risible, un teniente que resulta que es gay y está traumatizado por el asesinato de su «amigo especial», un alcalde que, según el «guión», se merece el destierro… Eso si nos fijamos en los «actores». Porque la dirección de los mismos, sus «líneas de diálogo», la fotografía, la música… Leche, hasta los anuncios en formato «2 bloques x 1», cortesía del ente público se hacen más entretenidos.

Estupefacto y aterrorizado por tamaña estulticia acudo a la blogosfera preguntándome si soy un bicho raro y me doy cuenta de que no, que muchos de los que huimos de la trasnochada «cajita de chorradas» pensamos lo mismo. Eso sí, 4 millones de espectadores me llevan la contraria. Es decir, todavía, pertenecemos a la minoría ¿Seremos demasiado exigentes o tal vez Internet nos nubla el sentido…?

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