¿Podemos hacer negocio

Viviendo de los Blogs? Pues parece que sí. Siguen apareciendo empresas que tratan de hacer su labor de evangelización en las compañías contando las bondades que pueden suponer para la organización el mantenimiento de blogs. Sin duda, el trabajo que tienen por delante es duro, pero también hay que decir que creo que vale la pena. En post anteriores he analizado buenos ejemplos de empresas que están incorporando la estrategia blog dentro de su comunicación, y obviamente para muchas de ellas, además de un cambio en su cultura corporativa, también ha supuesto contar con consultoras que les guiasen en el aprendizaje del nuevo medio.

Cuando he realizado labores de consultoría para alguna empresa y ha salido el tema, siempre han sido muy reacios al mismo. Y mucho más cuando les planteaba que, por amistad podía contarles alguna cosilla, pero que si querían ir más a fondo habría que estudiar el proyecto, establecer un plan de acción, trabajo, en definitiva, remunerado.

«¿Pero no decías que eso de los blogs es gratis y fácil? ¡Cómo vamos a pagar por ello entonces!» «De acuerdo. Hacedlo vosotros y ya me contáis…» Desafortunadamente todavía no he podido incluir ninguno en mi bloglines. Ojala algún día.

Estas reflexiones deberían llevar a los responsables de las organizaciones a empezar a afrontar los proyectos blog desde un punto de vista profesional. Alguno podría decir: «si no han empezado, como lo van a hacer de manera profesional». Bien, hace 8 años, aquellas empresas que decidieron arrancar con su web de forma profesional fueron las que mejor se posicionaron. Y siguen ahí…

Opciones hay muchas, pero me ha parecido curiosa la de Blogeting, la rama de consultoría de Adesis Netlife especializada en blogs. Interesante su propuesta. Web de diseño sencillo y sin demasiados alardes. Casos prácticos conocidos por los «iniciados» pero tal vez aún lejanos para la mayoría de los directivos. Un web clásico en el que, tras navegar por todas sus páginas, me pregunto: «¿y su blog…?» La respuesta es clara y previsible. ¡Para qué! Y es que a veces, predicar con el ejemplo es tan difícil…