Imaginemos…

Imaginemos un mundo en el que un Director General decidiera contratar un Director Financiero porque todos los días estuviera leyendo en la prensa que «eso de las finanzas» es algo que puede ser «vistoso» para la mayoría de las empresas. O supongamos que el Presidente de una compañía considerase que tener a alguien haciendo un plan de marketing puede quedar molón en la próxima reunión de empresarios del sector. E incluso planteémonos que el Consejero Delegado de una corporación optase por tener a alguien encargándose de un «ente» llamado «operaciones» ya que es algo que da lustre a una empresa que quiera estar a la última.

Y pensemos que tanto el Presidente, como el Consejero Delegado y el Director no supieran absolutamente nada sobre finanzas, no tuvieran ni remota idea sobre marketing y no les importara en absoluto en qué consiste la dirección de operaciones. Vayamos más allá: situémonos en un escenario en el que esos tres directivos se reúnen a comer y se mofan sobre esto, o sobre la necesidad de saber algo sobre gestión de personas, o sobre seguridad en los sistemas. O sobre todos estos temas juntos.

La teoría de la dirección nos diría que seguramente nuestros tres directivos durarían muy poco en sus respectivos puestos. Porque aunque no sean expertos en finanzas, ni ases en marketing, ni expertos en productividad o eficiencia, en gestión de personas o en seguridad de sistemas, su posición en la cúspide de sus compañías les exige incorporar en su función como directivos una visión holística: El directivo sabe un poco de todo, tiene una visión amplia y es capaz de comprender las diferentes áreas en las que se divide la empresa para situar en ellas a los mejores, a los que lleven a la organización a lograr el éxito, a ser eficaces y eficientes. No sólo eso, sabe adelantarse, observar los entornos de cambio, adaptarse a ellos y liderarlos.

¿Se trata este post de un mini curso sobre las capacidades necesarias en un directivo de primer nivel? ¿Acaso vamos a ahora a describir lo que cualquier persona en entornos de dirección debería conocer? ¿Podemos llegar a pensar si quiera que un ejecutivo de primer nivel no sea capaz de tener la visión y perseguir la misión que tanto se recalca en los manuales de dirección estratégica?

Y si es así, ¿por qué tantos directivos de primer nivel se niegan a asumir que Internet es un nuevo entorno, con reglas diferentes y necesidades distintas? ¿por qué son capaces de decir públicamente «eso del Internet es para los jóvenes»? Y aún más, ¿por qué la frase más repetida por los altos directivos cada vez que surge el tema de la Web Social es: «es que yo no tengo tiempo…»?

Tal vez sea momento de recapacitar sobre la calidad y las cualidades de esos grandes ejecutivos…