La Educación Prohibida

Hoy se ha estrenado «La Educación Prohibida» un ambicioso proyecto, en cuya financiación han colaborado cientos de personas por la vía del crowdfunding, que está llamado a marcar un hito en la forma que tenemos de entender la educación, la enseñanza y el aprendizaje. Las propuestas que se plantean durante las casi dos horas y media que dura el documental no serán nuevas para muchos docentes. Especialmente para aquellos que más preocupados están por la innovación educativa, por el replanteamiento de un sistema cuyos frutos cada vez son más decepcionantes y por la búsqueda de un aprendizaje que nos haga mejores, como personas y como sociedad, en último término.

«La Educación Prohibida» narra a modo de documental, con entrevistas a expertos de Latinoamérica y España cuáles han sido los pasos que nos han llevado en los últimos siglos a reproducir un esquema educativo como el que vivimos. Y está sazonada con animaciones y dramatizaciones, de forma que el resultado final sea no solo interesante de seguir, sino apasionante. Desde el punto de vista de los expertos en educación, incluso de los más «disruptivos», no me cabe duda de que en el documental se vierten opiniones que pueden ser discutibles e incluso polémicas. Pero en cualquier caso es un trabajo tan valiente y necesario que merece la pena verlo, disfrutarlo y a partir de ahí desarrollar un debate sensato sobre cómo queremos que sea la educación a partir de los próximos años.

Vivimos en la crisis más grave que se recuerda en el mundo occidental. Muchos de los paradigmas de nuestra sociedad del bienestar están siendo redefinidos. Incluyendo en ellos los sistemas educativos. Y nos enfrentamos a la encrucijada de hacer que lo más importante de todo, la EDUCACIÓN sea aquello que nos marque un futuro que sea mejor. El debate educativo no puede cerrarse en estos momentos. Ni permitir que sea monopolizado por quiénes únicamente quieren dar una vuelta de tuerca a «lo establecido». La política, con sus acciones, marca una línea de actuación. Pero los ciudadanos, los educadores y, en último término, los educandos, merecen tener otras alternativas.

«La Educación Prohibida» puede parecer un documental hecho para maestros y profesores implicados con corrientes pedagógicas «diferentes». Pero nada más lejos de la realidad. La Educación nos afecta a todos. Es nuestra vía de desarrollo como personas desde que somos niños. Y marca nuestro futuro como actores en una sociedad que somos todos nosotros, los que ya salimos de la escuela, los que están en ella y los que están por llegar. Por eso, merece la pena que todo el mundo lo vea. Es bueno saber que no solo en países como Finlandia, cuyo modelo siempre se pone como ejemplo, se tienen opciones.

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