Los blogs según la SGAE

«Un blog es un diario o revista que se publica en Internet.  Los blogs a menudo se utlizan para publicar enlaces a archivos, que pueden ser copias ilegales de música, películas u otros ficheros multimedia»

Esta es la definición de Blog que utiliza la SGAE en el último disparate con el que nos han sorprendido. Resulta que los chicos garantes de los ingresos de autores y editores han debido pensar que, en vista de que una y otra vez los tribunales dan la razón a los usuarios de Internet que acceden a los contenidos audiovisuales a través de la red mediante el uso de programas de intercambio de archivos, lo mejor que pueden hacer es atacar en los colegios para intentar llevar allí sus planteamientos. Así pues, manos a la obra: han construido un panfleto con una sarta de disparates que mezcla la pornografía con los virus, genera un galimatías lamentable sobre aspectos tan importantes como la seguridad en Internet o la protección de los datos personales e integra un ataque directo contra una herramienta de probado marcado educativo, como son los blogs.

El folleto, una vergüenza más que se une a las barbaridades que estos energúmenos llevan escribiendo desde hace años, pretende ser distribuido por escuelas y centros educativos. Es difícil saber qué centro educativo permitirá el acceso a sus alumnos a dicha propaganda. Pero aún así la poca vergüenza de la iniciativa asombra hasta niveles de indignación.

¿Habrá algún día alguna institución que esté dispuesta a poner freno y coto a los desmanes de estas organizaciones? Estamos en período electoral, en momento de doscerismo político, de jugar a escuchar a los ciudadanos en las redes sociales. ¿Oirán los candidatos el cabreo perenne de los ciudadanos contra estas entidades pseudoprotectoras de los derechos de unos pocos? Me temo que no lo hagan cuando se clame sobre esto en los blogs, teniendo en cuenta que, tan sólo, un blog es una página que sirve para hacer descargas ilegales…

(Actualizo: el duro trabajo de SGAE, Promusicae y demás está muy inspirado… una demostración de que ellos no copian nunca…)

¿Open Government o Troll Government?

En estos días he comenzado a trabajar en una nueva línea de investigación que siempre me ha interesado pero a la que no le había dado hasta ahora la importancia en el tiempo que me hubiera gustado. Se trata del denominado Open Government y todos los aspectos que en torno al mismo se plantean.

Afortunadamente mucho se ha escrito en los últimos tres años sobre el tema. Mucho y bueno. No solamente centrado en el análisis de la campaña electoral de Obama, interesante sin duda pero demasiado tópico por lo repetitivo del caso. Sino que también podemos encontrarnos desde análisis reposados como el que proponen César Calderón et Al. en su libro Open Government, a las comunidades de práctica que están trabajando especialmente en Estados Unidos para ofrecer alternativas que mejoren las tres ideas reiterativas del Gobierno Abierto: Transparencia, Participación y Colaboración.

En estas semanas estamos asistiendo a las revueltas que incendian el mundo árabe y que en algunos casos han supuesto la caída de regímenes políticos enquistados desde hace décadas y en otros, por desgracia, el estallido de una guerra civil. Cada vez que se analizan estos movimientos desde una perspectiva de las redes sociales y su capacidad de movilización se insiste en que gracias a ellas se ha canalizado la rabia que sentían los ciudadanos de los países árabes para cambiar la situación. Pero los claroscuros no deben ser olvidados: ¿qué ha pasado en Túnez y Egipto tras la marcha de los dictadores? ¿Realmente se está contando con la población que forzó el cambio o más bien los nuevos gobernantes están estableciendo su gobierno desactivando, ahora con conocimiento de causa, la capacidad de que vuelvan a aparecer ese tipo de protestas de nuevo?

El mundo árabe y los movimientos que se están produciendo allí es demasiado complejo para analizarlo en este post (espero volver sobre ello en un futuro), pero sin duda servirá como punta de lanza para los observadores de cómo la capacidad de acceder a nuevos entornos de comunicación ciudadana parece estar cambiando las reglas del juego o al menos inmiscuyéndose en ellas. En España, donde los ciudadanos una y otra vez sitúan a los políticos en los primeros puestos de los problemas del país, parece que el movimiento #nolesvotes obtiene al menos cierto «ruido» en los medios de comunicación de masas. Y por supuesto en Internet, donde lo que comenzó como un hashtag en Twitter y una protesta contra la Ley Sinde parece que podría llevar a los grandes partidos políticos españoles a perder un número importante de votos.

En vista de que la mayoría de políticos son representantes de partidos, de organizaciones y no de ciudadanos, estas organizaciones están lanzando sus nuevas estrategias de comunicación asumiendo que las redes sociales son un interesante caballo de batalla. Así, el marketing político, basado en la propaganda de usar y tirar y centrado en la venta del candidato utilizando promesas «de manual» parece abrirse a un nuevo canal y, quién sabe, a una escucha activa más allá de a un spameo mediante otras vías de contacto que incluso resultan más económicas que los folletos tradicionales.

Pero dicho todo esto tan solo hace falta un recorrido por muchos entornos participativos para ver qué es lo que están diciendo muchos ciudadanos: insultos, faltas de respeto, ataques verbales con una violencia que ralla lo delictivo. Hooligans anónimos sentados tras una pantalla de ordenador apretando botones de «me gusta» ante propuestas xenófobas, excluyentes, violentas. El repaso a los comentarios en los medios de comunicación cuando se publica una noticia política resulta sonrojante por no decir indignante. Los blogs de los candidatos políticos suelen ser atacados permanentemente con insultos y con una violencia que, de no ser por la mediación de la herramienta usada para la comunicación, asemeja el ataque físico más salvaje.

No me cabe duda de que necesitamos cambiar la forma en la que nos gobernamos. Necesitamos superar la dicotomía entre políticos y ciudadanos. Necesitamos que sean los ciudadanos los que participen con algo más que una papeleta puesta en una urna cada cuatro años. Necesitamos que las personas que se dedican a la gobernanza del país no olviden que la política, la «cosa pública» es un noble arte al cual dedicar un período de la vida para hacer las cosas más fáciles a sus semejantes. Necesitamos, en suma, mejores políticos.

Pero sobre todo necesitamos mejores ciudadanos. Necesitamos que cuando se produzca la participación se haga con el respeto que exigiríamos para nosotros mismos. Necesitamos que los ciudadanos de hoy, independientemente de su edad y de la vía que utilicen para su comunicación y participación lo hagan de forma tolerante y respetuosa. Necesitamos educación. Y o reforzamos esa educación, la convertimos en lo más importante y en el principal objetivo a perseguir o todo lo que pueda salir de una mayor participación directa utilizando las nuevas redes de comunicación podría no ser más que la antesala de un imperio de los trolls…

Educamos o Enredamos III

Hace unos meses tuve la posibilidad de participar en una mesa redonda en el CRIF de Las Acacias. Fueron dos horas apasionantes en las que hablamos y discutimos sobre el uso de las redes sociales en el espacio educativo y tras ella publiqué dos posts tratando de resumir algunos de los puntos que me daba la impresión de que no habían quedado demasiado claros: (Primera y Segunda Parte).

Para aquellos que no pudieran asistir a la mesa redonda (y a las Jornadas) ya están disponibles los vídeos de todas las intervenciones. La mesa duró cerca de dos horas, pero creo que resulta muy interesante para todos aquellos profes que están trabajando en innovación educativa y especialmente para los que quieren comenzar a incorporar las redes sociales en el aula y se enfrentan a dudas o a todo tipo de problemas.

Primera Parte:

Segunda Parte

Gracias a Angel Puente por habernos avisado de que el vídeo estaba disponible y a Antonio, Charo, María José y Agustín por compartir un par de horas tan agradables…

El Estado del Community Management en 2010

Soy bastante reacio al uso de concepto anglosajón «Community Manager». Especialmente porque en los últimos meses se ha convertido en una especie de meme-mantra que resulta ya de lo más cansino. Parece que si una organización no incorpora a un profesional de estas características no va a poder competir en el mercado. Y lo que es peor, que serían muy discutibles «estas características» y quiénes han de ser los que desempeñen ese trabajo dentro de las empresas.

Siempre he pensado que más allá de la profesión, el nombre que se le dé, o quién la desempeñe, lo importante es el cambio de mentalidad. Acercarse al entorno con una visión diferente, que incorpore los ya «viejos» criterios enunciados por ese Manifiesto Cluetrain que tiene visos de convertirse en el nuevo Sun-Tzu de las organizaciones que quieren estar a la moda.

En cualquier caso, es interesante observar en el estudio que Community Roundtable ha realizado sobre la situación del Community Management a lo largo de 2010, que parece que en las compañías norteamericanas se comienza a superar el concepto «nuevo puesto de trabajo» y se afianza cada vez más la idea de «nueva forma de relacionarse con el entorno».

El estudio es muy completo y hay que leerlo con calma, pero una de las ideas que aparecen con mayor claridad a lo largo de todo él es la importancia de trabajar en el aprendizaje de las organizaciones y en el cambio cultural de las mismas. Esa será la clave para incorporarse correctamente a la Web Social.

La empresa española va avanzando hacia el nuevo entorno de manera inexorable. Pero en cualquier caso queda mucho por medir, mucho por comprobar, mucho por testar y sobre todo mucho, muchísimo, por aprender…

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