De lo ciber a lo real

Llevamos 10 días clamando contra la Ministra de Educación. Tanto que hasta en los medios de comunicación más afines parece que se dan por enterados de que el error del Presidente de Gobierno al continuar con un Ministerio de Cultura anacrónico se ve magnificado al ponerlo en manos de una ministra, cuya primera acción ha sido precísamente la que todo el mundo imaginaba, juntarse con el sector del cine y apoyar sus reivindicaciones (no enjuicio aquí que peleen por lo suyo, aunque parece poco estético, cuando menos, con la que está cayendo).

En decenas de blogs se escribe pidiendo una dimisión que no va a llegar. En Twitter nos desgañitamos echando espumarajos virtuales. Y en Facebook se siguen sumando personas a un grupo que en pocos minutos superará las 25.000 personas…

¿Y qué? ¿Alguien realmente piensa que escribir oculto en tu casa, tras la pantalla, va a cambiar algo? ¿Tan siquiera alguien cree que es posible abrir un espacio de debate que no acabe en insultos pro y anti ZP? ¿Es posible con esa acción cibernética una mínima rectificación de quién no sabe, no entiende, no conoce tan siquiera lo que hay ahí?

La Red sirve para muchas cosas. La web social nos une, hace que las ideas se expandan con toda velocidad, pero no es suficiente. De los 25.000 feisbuqueros, ¿cuántos tienen la capacidad (e interés) de hacer algo fuera de Internet? ¿Existe la posibilidad de llevar a la calle la Cultura por la que clamamos tantos? ¿O tan sólo ejercemos el derecho al pataleo de la forma más sencilla? Haciendo clic en un botón o pusando atropelladamente unas cuantas teclas…

Un festival cultural en la calle. Con grupos de música, con jóvenes cineastas hastiados, con escritores, escultores, pintores, bailarines, o mirones. Un gran festival que rompa las ataduras y los corsés de las pantallas. Que demuestre que la cacareada fuerza de eso llamado «internautas» (¿acaso no lo son más 18 millones de personas de este país?). Un festival que congregue a miles de personas pidiendo una forma diferente de gestionar la cultura. Y tal vez, sólo tal vez, el poder se diera cuenta de que la escucha ha de ser uno de sus activos fundamentales…

3 comentarios

  • Yo me apunto, sólo dime día y hora y allí estaré.

  • Difícil lo que aquí propones, yo diría que es más bien pura utopía. Digamos que el fenómeno internauta no es más que un mero cuestionario o encuesta que en la mayoría de los casos, se hace sin pensar muy bien lo que se está haciendo, simplemente por hacer (¿cuantos club de fans se crean en facebook cada día?).

    Hace mucho que lo estudie, pero… si no mal recuerdo de una encuesta se pueden tomar en serio en el mejor de los casos un 10%, pongamos que este no es el caso, y que nos quedamos en un 5% (jejeje). Lo que significaría que tan sólo 1250 de estas opiniones pueden ser consideradas.

    Ha esto hay que sumarle el factor distribución geográfica, ya que las 1250 personas no viven en el mismo lugar. Como en España hay 50 provincias a cada una de ellas les toca 25 personas… si bajamos a pueblos….

    … En fin, que las cuentas no me salen!!!

    Pd: Creo que me he rallado verdad??? jejeje

  • Por desgracia creo que al final solamente quedará en un Hoygan. Como bien dices, Roberto, el salto a la desvirtualización es tan difícil… Lo más lamentable es que parece que esa escucha que demandamos cientos de blogs no se va a producir, por mucho «ruido» que creamos que hacemos.

    Abrazos!