Todos estamos contigo

Julio Alonso, uno de los referentes de la blogosfera española está ante el juez, por un «delito» que no existe, que no ha cometido, que hace que la libertad de expresión, tan cacareada en nuestro país, se encuentre en peligro.

Pase lo que pase, Julio, ¡¡¡estamos contigo!!!!

Regula, Regulae

Leo gracias al Twitter de Jose Luis Orihuela que la Eurocámara se ha puesto en funcionamiento para establecer una regulación del blogging. Al parecer, desde un plano voluntario, se trabajaría para que existiera un registro de blogs e incluso, según publica El País, se contemplaría un etiquetado que informara sobre la identidad del autor, intereses políticos y sociales y responsabilidad social del mismo.

Aún a esperas de ver en qué queda todo, puesto que el documento no se discutirá hasta septiembre, no dejo de aterrorizarme con la iniciativa. Que el Internet que conocemos, pleno de libertad, tiene los días contados es algo que hace tiempo veo claro. Pero encaminar este tipo de posibles normativas, en pos de una supuesta «mejora» de las fuentes de información, no es otra cosa que lisa y llanamente, censura. Censura y persecución a lo que no se puede controlar. O peor aun, control y más control. De lo que haces (como si no controlaran ya suficientemente proveedores como Google), de lo que visitas, de lo que visualizas, de lo que descargas, y ahora ya, de lo que dices, de lo que escribes, de lo que expresas, de lo que piensas…

Es de imaginar que ante esta iniciativa, algunas gestoras de esas que tanto queremos se estarán frotando las manos al imaginar que ya podrán cobrar un impuesto al bloguero que tenga la idea de enganchar un vídeo de Youtube. Triste, muy triste, la noticia…

Actualizo: El texto que se está discutiendo (provisional) puede encontrarse Aquí (Una vez más gracias al Twitter de Jose Luis, para que luego digan que Twitter no sirve para nada…)

Da que hablar

La conversación es una realidad en cientos y cientos de blogs que se abren a diario. Yo mismo pido a mis alumnos en casi todos mis cursos, que inauguren un blog. Hace tiempo usaba Blogger, aunque en los últimos meses prefiero que «cacharreen» con WordPress.com, dada su mayor versatilidad y las posibilidades de testarlo de cara a empezar a bloguear en sus empresas.

Uno de los últimos proyectos en los que estoy trabajando es la adaptación de CEPADE al «doscerocerismo». Un proyecto perfectamente estudiado y planificado que intenta adaptar a la Escuela de Postgrado de la UPM al nuevo entorno. Como primera fase hemos inaugurado un blog (qué obvio). Y dentro de nuestros miedos iniciales estaba el obvio: ¿seremos capaces de conseguir que los profesores de la Escuela se impliquen?

La respuesta ha sido tan  rápida como activa. Desde los profesores españoles hasta los portugueses, todos están ávidos por escribir, por leer, por participar, en definitiva en la nueva iniciativa. Dejando atrás una línea editorial previamente marcada, expresando aquellos aspectos que, a veces, no entran en la línea académica.

Es pronto para hacer un análisis del funcionamiento de esta primera fase, pero desde luego los primeros datos no pueden ser más optimistas: todo el mundo habla de ello, todo el mundo quiere participar, todo el mundo ve interesante el proyecto, todos, en definitiva, están contentos.

Un blog hoy es sólo el primer paso. Pero para andar hay que comenzar a caminar.

Marketing en las Redes Sociales

Me acaba de llegar el último pedido de Amazon y estoy deseando meterle el diente. El libro de Larry Weber sobre cómo utilizar estrategias de Marketing en las nuevas redes da pautas para comprender el fenómeno de las Redes Sociales y su uso desde el punto de vista empresarial. No cabe duda de que el escepticismo sobre muchas de esas herramientas también me ha hecho mella, pero sigo pensando que las posibilidades que se abren en el nuevo escenario son absolutamente tangibles.

Uso MySpace como promoción de mi programa de radio y en un año he pasado de 0 a 500 contactos, en su inmensa mayoría grupos musicales que ven una posibilidad de darse a conocer, de mostrar su música, de avisar sobre sus actuaciones. Es decir, de hacer marketing y comunicación.

Utilizo Xing, mucho menos de lo que debía, como red para hacer Networking y con bastante frecuencia recibo peticiones de colaboración en cursos y conferencias. Y cuando me «googleo» mi página en la antigua Neurona es la primera que aparece. Es decir, marketing de mi mismo.

Me he convertido en adicto a Twitter, pese a los continuos fallos de funcionamiento. No me sigue mucha gente pero yo sí tengo un buen grupo de personas a las que sigo y que cada vez que hacen algo y lo publican, me entero inmediatamente y me intereso más rápido incluso que con las actualizaciones de mi Netvibes. Llegan a mi, generan mi atención y me mantienen alerta y expectante. ¿Acaso eso no es Marketing?

Juego con mis blogs, con Tuenti, Facebook, soy adicto a los virales y estoy absolutamente convencido de que entramos en la era del Marketing 2.0 (yo prefiero denominarlo Marketing 3.0: frente a la primera época, enfocada en el producto, la segunda, en el consumidor y ésta tercera, en la que el poder recae en el cliente): es decir, son los clientes quienes directamente deciden qué quieren, crean el producto, realizan la comunicación y, en último término generan beneficios a la empresa que se presta a ese nuevo compromiso pagando un precio que consideran justo.

En definitiva, las sombras sobre la capacidad de generación de ingresos de la web 2.0 son altas, pero las luces también. Entre todos debemos lograr que lo mágico de controlar la comunicación no se vea reñido con los beneficios de las organizaciones que tratan de hacerlo posible.

¿Es Technorati tan importante?

En los años que llevo estudiando la blogosfera no dejo de leer referencias a Technorati. Es cierto que yo utilizo de vez en cuando ese buscador especializado y que cada vez que tengo un curso o seminario lo muestro y hablo de él. Pero de un tiempo a esta parte creo que vive en un Olimpo falso, especialmente si lo comparamos con su gran competencia el buscador de blogs de Google.

Al margen de su pésimo diseño, cada vez más recargado, su estructura de navegación que empieza a recordar a marchas forzadas lo peor de los portales de comienzo de siglo, y los fallos permanentes de su buscador, no veo clara su capacidad para mostrar los tan cacareados artículos «larga cola». Los blogs considerados de mayor «autoridad» si son indexados más o menos correctamente, pero el problema surge cuando comenzamos a hacer búsquedas algo más complejas. Pongamos varios ejemplos:

Busco mi Universidad en los dos buscadores. En Technorati los datos son claros, 4 posts y 9 blogs. En el buscador de blogs de Google, 3.714 resultados.

Busco Bolsa de Madrid y de nuevo me encuentro con que Technorati me muestra 73 posts y ningún blog, frente a los 3.708 resultados que me ofrece Google

Me acuerdo de la política y con la búsqueda Zapatero Vs Rajoy Technorati me da 8 posts, con una antigüedad mínima de 88 días, frente a los 44 resultados de Google, con una antigüedad mínima de 18 horas.

Finalmente decido mirarme el ombligo y buscarme a mi mismo (no lo neguéis, todos lo hacemos) y los resultados del buscador verde son cuando menos risibles (yo no canto jotas, que conste) frente a los mucho más reales de Google.

Tal vez los problemas vengan con el aumento de los blogs en WordPress, o con el gran número de blogs en blogger, o con su fórmula mágica de indexación, o con otros arcanos que llevan a que una vez cada mil su «Claim your blog» funcione, pero la realidad es que posts viejos, abiertos hace dos años, hoy son absolutamente asumibles.

¿Habrá que empezar a recordar la frase de «El Emperador está desnudo»?

Vomita, es fácil…

Interesante iniciativa memética la que se pone en marcha en estos minutos. Me llega a través de los contactos que sigo con Twitter (Julio Alonso el primero) y estoy de acuerdo con ella. No se trata de esos Hoygans que supuran la red. Se trata de la realidad pasmosa que afecta a miles de chicas enfundadas en una pesadilla. Incomprendidas. Aterrorizadas. Que buscan una salida en un agujero mucho más negro si cabe. Internet se convierte para ellas en válvula de escape, y la locura acaba perpetuándose en absurdas páginas pro ese suicidio inmisericorde.

No quiero ser dulce. Solamente quiero mostrar lo que pasa por la cabeza de esas chicas. Y me es sencillo hacerlo con este vídeo. Aguántalo hasta el final. No lo pares. Ponlo a todo volumen. Cuando termine, piensa que muchas de ellas sienten su cerebro como si lo estuvieran oyendo continuamente. Es momento de ofrecer toda nuestra ayuda. Tal vez entonces, podremos cambiar de canción…

(Eths son un grupo francés de Metalcore y estarán tocando el próximo sábado en el Electric Festival)

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